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White long wall that are filled with the dead; long time cadavers that might try and come out for air.
The clock strikes midnight, and during all this time the cats come out and play.
A pigeon flies further and further away. In the distance a “plop” can be heard.
The thing - It is now dead.

Melody appears to be sixteen when she first loses her virginity. Joseph Michael: long time neighbor, trumpet-player with the semi-long black hair, fat cheeks and quirky eating-related traits. It is a quick and unhygienic lay. The younger sister sits in the bedroom. She sings along to Aqua – her current trend. Who said that Puccini was the only one that had to be heard?

The pasta sauce boils while legs get tangled. Shaky hands explore what is exposed after all the clothes have been shed. Most of them, things that had never felt the sun burn; they name them as if playing a game: thighs, bellies, bums. They’re all fair play. Can you really blame them? It’s not like society handles nudity well.

The breathings calm down whilst the lemon in the ice tea slowly settles in the bottom of the blue-tinted jar. Dinner has been served. The parents have already called “another death, another job.” Another late arrival is the afterthought. This is but the life of the impaired, of the fucked up, of the reserved – or should one really say pre-served?

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The street is crowded. Smutty grime corpses fill the time with silence. The air with dread. Melody hums silly frill notes. She quiets down. She runs. “What to eat? What to pick?” Her blue skirt twirls. A smile grazes her face allowing dimples to emerge. “There’s just so much to eat these days!” Her mother’s squeaky voice reverberates inside her head. “Remember, Mel, ‘a thoughtful being is worth twice its weight’! You wouldn’t want the neighbors to starve… or would you, my sweet child?”

Some chops, she chooses. “That’ll have to do for now. Mother-dearest might even do her secret sauce.” The load slows her down. The birds fly around. Black winged ones with beaks as long as hands. Oh wait, those are hands! “Oh, you silly birds! Playing around with that which shouldn’t be touched! Tsk tsk I’m sure the mayor wouldn’t approve of such thing”. And just like that, they are dropped. Limbs fall down. Plop. The thing’s already dead.

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Tick, tock, tick, tock, tick, tock. Only one hour, five minutes, and thirty seconds left.

The rigid -yet stylish- ruby sofa makes his bum ache. “How long would they keep me company out in the chilly air? How rude of them.” A short pair of legs, a round stomach, fair skin and innocent eyes beneath a sloppy, and also-brown, mop of hair. They inspect through a bitty little hole within the stairs. Three bodies stock together, nutty grins hidden in their eyes.

Zero dot one. Zero dot two. Zero dot three. Slowly, but surely his temperature rises. Tick, tock, tick, tock, tick, tock. Only forty minutes and seven seconds left.

He searches for his watch, but he just cannot find it. “This has been an odd visit. A failed one, nonetheless. Why didn’t they show up? Could it have started somewhere else?” He sweats. He doesn’t realize it.

Tick, tock, tick, tock, tick, tock.

They snicker. Rapidly, the space between them becomes much too small, the young one having joined them not to long ago. Her Barbie-doll falls down and what is the result? A muffle sound. A wicked laugh. Chocolate boy gets up. “What was that sound?” He looks around. Up, then down. Left, then right. “It must be late! The moon is out. The moon is round…” He walks. He pauses. He stares. The soles of his shoes bite him. “Why won’t my parents find me? Oh boy, they really must be stranded.” His shirt is damp. His belt clinks. He walks away. One left foot. Two right foot. Three left foot. Four right foot.

Tick, tock, tick, tock, tick, tock. Just ten minutes, and forty-three seconds left.

The fog won’t clear away. The path is undecided. Where to go? Should we cross! When will fat boy finally give up? He glances ahead. Eight red eyes seem to come next. He panics. He runs. He falls. “Oh, mommy! Why did I have to take that call?” The fog that wouldn’t clear away makes her mind up. Three little chairs. Two colossal ones. That’s what comes next.

“Hello dear Carlos!” The mother says.

“Would you like a piece of bread?” The father offers.

“Perhaps some magic sauce!” Melody claims.

He tilts his head “It’s magical?” Carlos eyes must malfunction. Everything is red. She chuckles. “Oh, no… it’s really not! Come join us” The mother says. She chuckles. “Come join us.” Closer and closer they get.

No se como llamarte.

Me hieres y te hiero.
Unas, dientes y sangre.
Sal, agua, color y limón.

¿Que quieres?
¿Que si te veo? No, no te veo.
No te veo…. No, no te veo.
No veo tu cabello marrón, no veo odio en tu corazón.
Mi dolor, mi rabia, mi energía- ¿que me ciega?
Oh, como me ciega.

¿Simpatía? ¿Que tal un poco de empatía?
Mira de este lado, mira de aquel lado.
La vida no es más que un rombo, ¿no? ¿Que es un cuadrado?
¿Una proteína integral? Qué carajo.

Me hieres y te hiero.
Me muerdes… poco a poco te entierro.
¿Que estás vivo? ¿Y eso que importa?
Si es que por estar vivo es que te entierro.

Remolinos.

Remolinos y gotas de colores.
Tempera que no consigue papel para plasmar.
Giros, momentos, cero raciocinio.
Soplos del destino que al final, solo la nada sabe donde estan.

Suena la sirena.

La sirena ha sonado toda la noche.
Disturbando sueños,
Recordandote que no eres el unico.
La sirena suena,
Creando pesadillas en mi mente, en tu mente.
Psicópatas imaginarios se pasean por el pasillo.
Quien no tiene escrúpulos pasa.
Te encontrara debajo de la cama,
resguardandote de mil peligros,
De la lámpara que acecha en el silencio y del perchero de los mil abrigos…

Deseos...

Deseo escribir, deseo.

Tomar palabras y entrelazarlas la una a la otra.
Deseo… todo es un simple deseo.
El deseo de saciar esta necesidad,
De decir las cosas, de sonarlas tanto...
De plasmar, de soltar, y al final…
De estallar, mientras las palabras flotan.
Emergen de la nada,
Convergen alrededor del cansancio, de la saturación.
Deseo…

Sera muy malo desear?


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Encontre esto sentado en una caja... la fecha? El mismo dia de hoy, pero dos anos estancado entre cuadernos, y dibujos.

Es lindo, encontrar estas cosas... que nos esperan.

Musica - Take 2

El dia de ayer, llegue a altas horas a casa de mis padres, con mis padres, despues de haber visitado a la familia.

Cansada, y un poco aturdida por las festividades. Pero a pesar de todo esto... feliz.

Un amigo, de esos que uno hace por ahi, en los lugares menos esperados, me dio este link, pensando que necesitaba (segun el): "cheering up". Aqui se los dejo, esta muy buena la letra, y... me hace querer dar ese primer paso.

Momemtum de Masai.

Feliz año nuevo, y solo un poco tarde, al fin y al cabo hoy es dos.

Musica Take 1.

Cultura Profetica, una banda de reggae puertoriquena, me encanta. Sus letras, sus sonidos...

El reggae, Le doy gracias a los dioses, a las energias, y a un amigo en particular, por darme a conocer esta musica, que no hace menos que poner todas mis energias internas en play. Que no hace mas que, ponerme en un autopiloto, que es demas de sabroso. Que mueve todo lo que tengo, y hace que me conecte conmigo misma. En serio, si me hubiesen diho todo esto, unos cinco anos atras. Bueno... quien sabe, no?

Decidi tipear esto, porque para ser honesta, he repetido tres de sus canciones como si fueran el agua de mi dia.

El verbo
"De todos tus sueños, negra, soy la manifestacion,
y tu eres esa libertad soñada.
Soy la serenidad que lleva a la meditación
y tu eres ese tan sagrado mantra."

Inspiracion
"Pensando en un tiempo me alejo
hacia un estado paralelo
¿cuántas historias lleva un alma encima?
¿cuántas fueron ya vencidas?"

No me interesa
"nací en tierra agradecida
donde crece casi to' lo que le tiras"

Manzanilla, donde estas?

Te perdiste? O tu tambien te has ido de vacaciones, como todos los demas?

Caminar y un te.

Eso es lo que me hace falta.

Eso o ventilar este remolino, con algunas palabras enrabiadas, que después de leerlas, una y otra vez, me parecerán inmaduras, pero necesarias. O quizás no inmaduras, tendría que leerlas una y otra vez para saber, verdad?

Una coraza nueva. O quizás aumentar, y reparar la que se resquebraja pero nunca se rompe.

Un par de alas, para separarme de este tan mundano, que no quiero ni poner en palabras. O quizás una meditación.

Un buen libro, o una buena película… Un chiste?

Calma, mi chata.

Mi padre me cantaba esta canción cuando estaba mas pequeña. Cuando me encuentro con los nervios de punta, y no puedo pasear mis emociones, el simple hecho de cantarla, o recordarla, me calma.

Para ustedes, pero en realidad para mi, Duerme Negrito.

Calendula officinalis

Desde hace mas de 3 meses, este personaje de unas color violeta, y cabellera de oro ronda mi mente. Su nombre? Aun no lo se. La unica respuesta que poseo, es el sobrenombre Calendula, y asi, pues, sera tormentada esta densa criatura, cuya historia, no me sera muy facil contar. Mas que nada, por que no es de ella, y todavia, tampoco es mia.

Lo escribo aqui, para darle una dosis de seriedad a este proyecto. Para que el momentum, todo este empuje, no sea derrochado en pensar en lo que puede, o no, suceder mas adelante.

Bob Marley, dados al estilo Las Vegas, colores naranjas, panuelos y un semaforo en el medio del puente.

Calendula...